
La influenza AH1N1 realmente no es una enfermedad nueva, ni totalmente desconocida por nosotros, dado que ya se nos ha presentado en 2 ocasiones anteriores (la pandemia de 1918 y en 1968-1969 (Gripe de Hong Kong)), ambas con condiciones muy diferentes la una de la otra (Se hace detalle, en la Gripe de Hong Kong, de las pésimas condiciones Socio Sanitarias, muy diferentes a lo que es el día de hoy), y en diversos ámbitos, como su variabilidad, porque se sabe que el virus de la gripe A H1 N1 que contiene material genético combinado de una cepa de virus de gripe humana, una cepa de gripe aviare, y dos cepas separadas de virus de gripe porcina, estos pueden mutar y adicionalmente, mediante un proceso denominado reclasificación, pueden adquirir características que permiten su transmisión entre personas. Además, tienen la capacidad de modificar su estructura para impedir que las defensas de un organismo tengan siempre la misma eficacia, ocasionando que los virus ataquen de nuevo con un mayor efecto nocivo para la salud las veces que se han presentado.
Quizás la mejor arma contra la influenza AH1N1, vendrían a ser, irónicamente, la misma que deben ser utilizada contra cualquier tipo de enfermedad antes de que alcance tasas de mortalidad alarmantes, una adecuada prevención y una mucho más que óptima educación preventiva dirigida a la población, no se puede descartar también, una observación y seguimientos detallados de los grupos poblacionales más propensos a contraer esta enfermedad:
· En general, personas en los extremos de vida como niños entre 6 meses a 2 años y adultos mayores a 65 años de edad.
· Pacientes con afecciones crónicas de los sistemas pulmonar y cardiovascular.
Pacientes con enfermedades metabólicas e insuficiencia renal.
Niños o adolescentes que están bajo terapia prolongada con ácido acetilsalicílico (aspirina).
Pacientes inmunodeficientes o bajo tratamiento inmunosupresor.
Embarazadas que estén cursando su 2do - 3er trimestre de gestación.
Niños en estado de riesgo como nacidos prematuros, especialmente aquellos con peso menor a 1.500 gramos.
Como Objetivo General tenemos que procurar y buscar que las medidas preventivas (A fin de prevenir la propagación, deben lavarse las manos regularmente con agua y jabón. Es importante, también, evitar el contacto físico con personas u objetos que previsiblemente estén infectadas, etcétera.) Acerca de lo que se debe y lo que no se debe hacer para evitar contraer tan temida enfermedad lleguen a todos y cada uno de los pobladores (Campañas de prevención y vacunaciones preventivas, comunicación y actualización permanente acerca del avance de la enfermedad tanto a nivel mundial como nacional, campañas educadoras en los diversos niveles educativos como Colegios, Institutos, Universidades, etc.) De todos nuestros variados estratos tanto económicos como sociales, haciendo hincapié en aquellos quienes no pueden darse el lujo de tener una atención médica de primera o no cuentan con ningùn seguro de algún tipo.
Otro aspecto al que se puede hacer referencia es a conocer (Esto debido a las Campañas Educadoras) y reconocer a tiempo los Sìntomas y no dar por sentado su importancia, porque muchas veces, debido a que no se cuenta con una adecuada formación mèdica, buscando siempre el camino màs fácil y quizás el que mejor se acomode a su, a veces, insipiente economía, sin saber que no solo NO mejora el problema, sino que hace, sin saberlo, que sea mucho màs grave de lo que pudo haber sido en un principio.
Quizás la mejor arma contra la influenza AH1N1, vendrían a ser, irónicamente, la misma que deben ser utilizada contra cualquier tipo de enfermedad antes de que alcance tasas de mortalidad alarmantes, una adecuada prevención y una mucho más que óptima educación preventiva dirigida a la población, no se puede descartar también, una observación y seguimientos detallados de los grupos poblacionales más propensos a contraer esta enfermedad:
· En general, personas en los extremos de vida como niños entre 6 meses a 2 años y adultos mayores a 65 años de edad.
· Pacientes con afecciones crónicas de los sistemas pulmonar y cardiovascular.
Pacientes con enfermedades metabólicas e insuficiencia renal.
Niños o adolescentes que están bajo terapia prolongada con ácido acetilsalicílico (aspirina).
Pacientes inmunodeficientes o bajo tratamiento inmunosupresor.
Embarazadas que estén cursando su 2do - 3er trimestre de gestación.
Niños en estado de riesgo como nacidos prematuros, especialmente aquellos con peso menor a 1.500 gramos.
Como Objetivo General tenemos que procurar y buscar que las medidas preventivas (A fin de prevenir la propagación, deben lavarse las manos regularmente con agua y jabón. Es importante, también, evitar el contacto físico con personas u objetos que previsiblemente estén infectadas, etcétera.) Acerca de lo que se debe y lo que no se debe hacer para evitar contraer tan temida enfermedad lleguen a todos y cada uno de los pobladores (Campañas de prevención y vacunaciones preventivas, comunicación y actualización permanente acerca del avance de la enfermedad tanto a nivel mundial como nacional, campañas educadoras en los diversos niveles educativos como Colegios, Institutos, Universidades, etc.) De todos nuestros variados estratos tanto económicos como sociales, haciendo hincapié en aquellos quienes no pueden darse el lujo de tener una atención médica de primera o no cuentan con ningùn seguro de algún tipo.
Otro aspecto al que se puede hacer referencia es a conocer (Esto debido a las Campañas Educadoras) y reconocer a tiempo los Sìntomas y no dar por sentado su importancia, porque muchas veces, debido a que no se cuenta con una adecuada formación mèdica, buscando siempre el camino màs fácil y quizás el que mejor se acomode a su, a veces, insipiente economía, sin saber que no solo NO mejora el problema, sino que hace, sin saberlo, que sea mucho màs grave de lo que pudo haber sido en un principio.
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